Se puede recrear en muchos escenarios, pero hoy me voy a centrar en las empresas.
Imagínate que haces una petición, por ejemplo, un aumento de sueldo.
Y empiezan con las típicas excusas de:
- Ahora no podemos, pero el año que viene, hablamos.
- No es un buen momento para la empresa, pero lo vemos el año que viene.
- Tenemos un nuevo proyecto y si funciona, el año que viene si.
...
- Un objetivo claro y medible.
- Cuando no se comunica en el momento correcto.
Y esto ya es de nota...
- Cuando no se define un plan de acción y un seguimiento.
Si como mínimo se hace esto, entiendo que si, que hay una intención, un compromiso, que no están jugando al juego de la zanahoria.
Cuando no se hace, el trabajador se esfuerza durante todo el año, para que al año siguiente, no tenga una respuesta, ni se acuerden de la petición, exista un silencio absoluto...
Esto, genera frustración en el trabajador.
Y aquí empieza otro debate.
Cuando el trabajador se frustra por este motivo, resulta que nadie se hace responsable, que el único culpable es el trabajador porque:
- No se porque motivo, esta frustrado
- Ha bajado su compromiso
- Su implicación, no es la misma...
Por suerte, esto no sucede en todas las empresas, pero existe.
Para evitar la frustración por estos motivos, para que el trabajador no tenga la sensación que están jugando con el al "Juego de la zanahoria", es bueno que:
- Se defina un objetivo claro y medible.
- Que esté consensuado por ambas partes
- Que se comunique de una forma adecuada y en un tiempo adecuado
- Que se defina un plan de acción
- Y que periódicamente, se haga un seguimiento.
¿Esto genera más carga de trabajo para los directivo? Claramente SI, pero para tener un buen EQUIPO, bajo mi punto de vista, es necesario.
Igual soy una especie rara amante de los objetivos claros, pero mientras no me demuestren lo contrario, este es mi punto de vista.
¿Cual es el tuyo?
!Me encantaria leerlo!
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